Hace mucho tiempo que Neil Young rige su vida alrededor de las fases de la luna. Antiguo y antediluviano, prehistórico y prescientífico, pero extrañamente efectivo, Young usa la luna como una piedra de toque psíquica - para planear una gira, reservar un estudio o realizar una aparición televisiva, aunque, es raro, no para diseñar el día que se casó.
"Yup, usted me ha traido a esto” admite Young. "Soy un creyente ferviente en la luna llena como un buen momento para sembrar semillas creativas, y trato de planear todo alrededor de ella…
…Antes de que hubiese religión organizada, allí estaba la luna. Los indígenas conocía la luna. Los paganos siguieron la luna. Yo la llevo siguiendo hace tanto tiempo como puedo recordar y esa es simplemente mi religión. No soy practicante de nada, no tengo un libro que tenga que leer. Puede ser peligroso trabajar en una atmósfera de luna llena, porque si hay cosas que pueden salir mal, realmente van a salir mal. Pero eso es genial, especialmente para el rock'n'roll”.
" Siento que estoy haciendo lo correcto para mí. Y el Gran Espíritu ha sido bueno conmigo. Mi fe siempre ha estado allí. No está precisamente organizada. No sigo una historia. Para mí el bosque es mi iglesia. Es una catedral para mí. Si necesito pensar, entonces doy un paseo entre los árboles o voy a pasear a la playa. Doquiera que el medio ambiente sea más extremo, allí iré yo”.
La luna llena, especialmente, ha sido una presencia constante y testigo silencioso a lo largo de su vida (hace acto de presencia en 28 de sus canciones). La industria del disco sabe perfectamente que Young está más receptivo para aceptar un proyecto si coincide con una luna llena - y para rechazarlo si no es así. De hecho, no es casualidad que este año, el día que empezó a grabar Prairie Wind, la filmación del DVD que le acompaña y el Farm Aid, coincidieron todos con el cuerpo celeste surgiendo amenazadoramente llena y dorada en el cielo de noche.
Resumen del artículo de JAAN UHELSZKI, “Neil Youn: Dark Side Of The Moon” aparecido en el número de diciembre de la revista HARP.
Ver el artículo completo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario