No paro de decirme "Míralo, yo estamos otra vez con los inventos"
Pero esta mañana me he levantado más tranquilo "Espeeeeeera que luego nada es lo que pareeeeece"
Y mira por donde, me acabo de topar con un artículo sobre el dichoso Chrome Dreams II que, en cierta manera, me da la razón.
Ha salido de la cabeza de Jason Gonulsen y se ha publicado en Glide Magazine.com ayer mismo. Esta es una traducción a mi estilo:
Si usted ha seguido la música de Neil Young durante años, entonces probablemente sabrá que no va a gustarle todas sus ediciones y discos. Quizás lo mejor que puedo escribir acerca de su catálogo de música sea que no hay un álbum que defina su talento o que claramente destaque la razón por la que usted sigue yendo a sus funciones.
Es una colección de momentos brillantes durante décadas de estilos diferentes de música que le deja queriendo más.
El máximo problema de un admirador Neil Young quizás sea tratar de persuadir a otros de por qué él es tan bueno, porque realmente la conversación no dura más de dos minutos - en el cuadro no hay más de lo que se ve.
Con su álbum nuevo, Chrome Dreams II, Young está otra vez desafiando a su audiencia para que aguce el oído.
El álbum empieza con un tema acústico, una balada country, "Beautiful Bluebird", entrada que hace buena pareja con "Boxcar", una corta melodía que extrae de su banjo y es coreada por toques de tambor. El camuflaje acústico prepara modestamente la escena para los más de 18 minutos de “Gente Del Montón”, una grabación épica inédita de los 80's que inunda al oyente con guitarras eléctricas, trompetas, y un texto que refleja al “Crime in the City” de Freedom.
Es tras este fuerte trío inaugural de melodías dónde Chrome Dreams II se toma algunos riesgos (¿usted sabía que venía, no?). “Luz brillante”, “El Creyente”, "Carretera del Espíritu” “Viejo sucio” y “Desde entonces” representan algo diferente de lo que Young ha intentado durante los últimos años.
Hay momentos en alguna canción que recordarán a Are You Passionate, Prairie Wind, o Sleeps with Angels, y habrá momentos difíciles en este trecho para cualquier admirador de Neil Young. Será aquí en el corazón de Chrome Dreams II donde el oyente tiene que pulir lo que a él o ella le gusta y seguir adelante hacia el regalo real de álbum, “No Hidden Path”, lo cual muy posiblemente es la mejor canción que Young ha grabado en el siglo 21. No quiero decir mejor que “Change Your Mind", "Love and Only Love” o "I am The Ocean”, pero sus 14 minutos y medio hacen lo que ninguna otra canción de Neil Young ha hecho en bastante tiempo: Es fuerte donde debería ser débil, volando muy alto cuando debería tomarse un descanso. Sí, está bien eso de que te emocionen.
El álbum se cierra con "The Way", presentando a Young con un coro de niños, cantando letras frescas que prometen “mostrarle el camino para traerle de vuelta a casa”.
La casa es un lugar dulce en Chrome Dreams II, y no importa lo que a usted le gusta acerca de Neil Young, mi suposición es que va a gustarle lo que encontrará cuando logre llegar.
No se si a ti te pasará igual, pero para mi es como si me hubieran echado un cubo de aire fresco por la cabeza. Lo necesitaba. Gracias.
Si te apetece, la revista original puedes verla aquí.
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