Pero como verás, el Tío Neil ha venido conmigo en todo momento. La chapita que me traje de París ha ido siempre "en cabeza", nunca mejor dicho. Y hasta la Rust se ha codeado con mis amigos.
Ahora tengo que ponerme las pilas. Ponerme al día me va a costar, pero poco a poco... Bueno, en fin, a lo que venía... ¡Que me alegro de verte de nuevo!
Ten paciencia. Iré contestando todos los correos poco a poco. Y me leeré todas las noticias atrasadas del Tío una a una. Lo prometo.
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