Se trata de David, un playero de Badalona, que tuvo la inmensa suerte de encontrar en un mercadillo barcelonés a una persona que vendía el cartel original del concierto.
Y no solo se ha comprado uno para disfrutarlo en su casa, sino que me ha comprado otro a mí que vivo a más de 1000 kilómetros de distancia.
Hoy, por fin, ha llegado el tubo de cartón a mis manos y después de un planchado rápido, puedo disfrutarlo yo también. Así es como ha quedado en mi pared:
Ahora, la entrada que adorna este blog, no se sentirá tan sola.
Y no solo se ha comprado uno para disfrutarlo en su casa, sino que me ha comprado otro a mí que vivo a más de 1000 kilómetros de distancia.
Hoy, por fin, ha llegado el tubo de cartón a mis manos y después de un planchado rápido, puedo disfrutarlo yo también. Así es como ha quedado en mi pared:
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