20 diciembre, 2008

Neil Young y Sugar Mountain en Crawdaddy

En esta revista digital, Steve Matteo construye un artículo a propósito del lanzamiento del concierto del Canterbury House.
A mí lo que más me ha gustado es la introducción, porque a veces me gusta que me recuerden con quién nos las vemos a diario:

Neil Young es una de las figuras más queridas de la música rock que primero emerge en los 60s. És también una de las más desquiciantes. Muy parecido a Bob Dylan, Young ha sobrevivido y ha prosperado viviendo de acuerdo con el lema “ no mire hacia atrás”.
Impulsivamente ha dejado estilos, bandas, jefes de compañías discográficas y hasta a sus admiradores tambaleando sus cabezas en el polvo cuando cambia completamente de rumbo en otra dirección musical nueva.
Nada de despedidas, agradecimientos, explicaciones o razones. Cuándo Young se decide a seguir adelante, es más conveniente simplemente quitarse de su camino. De nuevo, como Dylan, es esta necesidad no ser encasillado y pegado en un estilo de música, o con un grupo musical particular, lo que le ha permitido transcender de ser una reliquia o una caricatura del "roquero de los 60s", ayudándole a prosperar y permanecer relevante.

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