Beatles, Dylan, Springsteen y otras viejas glorias exploran sus archivos: ¿el rock en liquidación?
Para algunos un tesoro musical, para otros tan solo material mediocre descartado en su día y que sirve ahora para hacer caja. Los grandes del rock desclasifican grabaciones que pormenorizan su proceso creativo
IGNACIO JULIÁ en su artículo del pasado sábado publicado en Babelia, suplemento cultural del diario EL PAÍS, diserta acerca de una cuestión que recurrentemente aparece en ocasiones por las arenas de esta playa.
Y entre los grandes, Neil Young. A continuación un extracto de su artículo conteniendo lo que dice sobre él:
.........."Neil Young es otro que ha fomentado la publicación de sus archivos con casi la misma dedicación que Dylan. Su monumental operación The Archives -cajas de gran tamaño que contienen discos de audio y de vídeo, más material impreso con toda la información de lo incluido- ha sido más pausada de lo anunciado, pero ofrecerá a futuras generaciones una completa panorámica de su vida y obra. Se inició con The Archives Vol.1 (1963-1972 (2006) y ha llegado hasta un tercer volumen aparecido en 2024, que trata el polémico periodo que va de 1976 a 1987.
No fue tan cauto Young como Springsteen y, en los ochenta, publicó grabaciones donde fusionaba sus raíces campestres y rockeras con primitiva electrónica y voces filtradas, lo que le ganó una demanda judicial por parte de su sello por no grabar discos en su faceta más reconocible, como si el trabajo del artista fuese repetirse, no seguir su instinto sin saber adónde puede llevarle. Sí fue dubitativo, ¡y fumaba demasiada marihuana!, pues completó discos que fueron desechados, por la discográfica o por él mismo, reformulando algunas canciones en sus siguientes álbumes. Rescatados en los últimos años, aportan detalles y secuencias que el estudioso agradecerá. Por ejemplo Hitchiker (2017), grabado el verano de 1976 junto a su productor de confianza David Briggs, devuelto por la discográfica aduciendo que aquello eran maquetas y debían regrabarse con acompañamiento instrumental. Ocho de sus diez canciones aparecerían en discos oficiales posteriores.
Entre 1971 y 1974 se confeccionó Homegrown (2020), otro álbum acústico que Young decidió archivar en 1975 por sus canciones de una doliente intimidad, expresión de su desasosiego durante una separación sentimental. Curiosamente, en su lugar publicaría Tonight's the Night, abismal duelo a raíz de la muerte por sobredosis de dos miembros de su equipo. Una mala racha en la relación con su esposa, Pegi, fue la razón de que un álbum grabado junto a Crazy Horse fuese también abandonado en 2000, finalmente publicado 20 años más tarde con un título en referencia al estudio californiano donde se grabó: Toast.
Pieza legendaria durante décadas, en 1977 Chrome Dreams (2023) iba a ser el nuevo lanzamiento, también abortado, de Young. Una copia de este sería pirateada repetidamente durante décadas; el repertorio incluía algunas de sus mejores canciones de los setenta, unas rescatadas en posteriores álbumes, otras olvidadas. Del mismo año son las tomas incluidas en Oceanside Countryside (2025), que hubiese precedido al publicado Comes a Time. Pero ¿no resulta reiterativo editar, en Dume (2024), el grueso de las sesiones que dieron lugar al esencial Zuma de 1975, una de las cimas de la complicidad con su banda más primordial, los ya extintos Crazy Horse?"
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