01 octubre, 2007

El Chrome Dreams de contrabando

La existencia de los bootlegs [ver nota] es algo unido irremediablemente a la existencia de la carrera musical de Neil Young. La dimensión que ocupan estas grabaciones dentro de su discografía solo la superan, creo yo, Grateful Dead y Bob Dylan (aunque Steve Wynn lleva buen camino :-). Y si no me crees utiliza cualquier buscador en la red y verás multitud de páginas dedicadas a las grabaciones de contrabando de estos hitos de la música popular del siglo XX.

De Neil Young son infinidad de ellos los que ruedan por las manos de los coleccionistas. Si te apetece, puedes consultar a Pete Long en su “Ghosts On The Road – Neil Young In Concert 1961-2006”, Apéndice 4, página 511 de su 2ª edición. Allí, el señor Long dedica cinco páginas a hacer un listado alfabético de las grabaciones en vivo no oficiales “solamente”. Seguramente serán más de 600. Pero en realidad, si a esa lista añadimos por nuestra cuenta las rarezas, los conciertos, las apariciones en radio y televisión y recopilaciones y versiones de seguidores que hay en manos de sus fans, los empezaremos a contar por miles.

De esas miles de grabaciones no oficiales que ruedan por las manos de los coleccionistas, hay algunas (muy pocas) que merecen un lugar especial por su originalidad, calidad y rareza. Y de esas pocas, hay una que destaca con suficiente fuerza sobre las demás:




[Nota]
Ya se que utilizar esta palabra no es muy correcto, pero me resisto a utilizar el calificativo de “pirata” para esta clase de grabaciones. Todo lo más “de contrabando”, pero “pirata” no.

Considero que una grabación pirata es aquella que se aprovecha de otra grabación comercial del artista y obtiene beneficios económicos de su venta. Mientras que un boot (o bootleg) es una grabación obtenida de una forma poco ... ortodoxa, pero es un material original, lejos de cualquier grabación comercial ya editada; nacida a veces sin el consentimiento o el conocimiento del artista, eso sí, pero sin interferir en su ediciones comerciales y sin (esto es muy importante) obtener beneficios económicos al compartirla con otros.

Un disco pirata es una copia de un disco comercial. Un boot es un disco obtenido de una grabación en un concierto, emisión de radio o televisión, ensayos, pruebas y similares o son rarezas, grabaciones alternativas, inéditas o modificadas, distintas a las versiones comercializadas.

Un disco pirata interfiere en la vida comercial del disco, del artista y de la compañía encargada de comercializar el original. Un boot no solo no interfiere con la comercialización de la música de un artista, sino que el efecto es todo lo contrario: contribuye a la propagación de su obra, engrandeciendo al músico y formando a seguidores y coleccionistas, fomentando consecuentemente el interés de ellos por oír sus trabajos y por asistir a sus conciertos, en pocas palabras, por la música en vivo (eso sí, no aumenta la recogida de ganancias de las compañías discográficas, pero tampoco las disminuye).

Pienso que cualquier artista que lo sea de verdad, debe priorizar siempre sus objetivos. En el caso de una persona que hace su propia música, el primero debería ser el incorporar esa música al fondo cultural musical existente y hacerse su propio nombre y lugar entre las personas que ya forman parte de él y, de esta forma, existir para siempre. El segundo podría ser el ganarse la vida y ser feliz con ello. Mi opinión es que la existencia de los bootlegs contribuyen a conseguir esos objetivos.

El boot ha evolucionado a medida que evolucionaba la tecnología. Si en principio aparecían vinilos únicos o con tiradas muy limitadas, más tarde, las grabadoras portátiles hicieron que su número y difusión aumentara, convirtiéndose ya en algo habitual entre los seguidores más duros y dando pie al fenómeno Trader.

Pero lo que verdad hizo que el boot llegara a su mayoría de edad fue la tecnología digital y la utilización de Internet. El uso del DAT y el Minidisc, junto al uso del ordenador mejoraron notablemente la calidad. Y la difusión a través de la red facilitó el acceso a ellos de personas situadas en zonas remotas, alejadas de los centros donde se generaban esas grabaciones, generalmente las grandes ciudades del primer mundo donde se suceden un concierto tras otro, o los puntos donde se produjo el fenómeno de la explosión del Rock y la música popular en general, sobre todo a partir de los años 60.

1 comentario:

Roberto Leal dijo...

firme en una noticia anterior sin querer, pero digo lo mismo, que por fin descubro un sitio donde infotmarme sobre neil en castellano, ya os he agregado a enlaces en mi blog ;) seguir asi