El teatro tiene una pinta magnífica, repito. Hace esquina y sus dos fachadas están llenas de puertas, pero no es difícil localizar la entrada de artistas, situada en la avenida principal, muy cerca de un Starbucks Café. Je, je. Tiene unas enormes letras rosa fosforito en un lateral. No disimulan.
También los lugares de reunión escogidos por nuestros colegas de Les Gens Ordinaries, los rusties franceses, están cerca. En la otra parte de la calle y separados entre ellos no más de 80 o 90 metros, veo el Delaville Cafe y el Indiana. No será difícil llegar allí, no.
Es tarde. Me esperan dos días de infarto y hace demasiado frío para hacer el ganso por la calle. Au demain Rex.
Por la mañana me doy un paseo de nuevo por delante del teatro. Está en el mismo sitio y entero, menos mal.
En su puerta hay movimiento, aunque solo ha llegado el equipo encargado de montar el escenario, sonido, luces y demás. Un enorme camión está descargando cajas en la acera.
Sobre las cajas hay etiquetas con nombre conocidos. Simplemente esa visión te produce ya cierta emoción de lo que se acerca: CSNY, Neil Young, Greendale...
Bueno, me voy a ver París. Aquí no hago nada, solo estorbar. ¡Vamos! Los impresionistas me esperan.
Después de comer, ya es otra cosa. Delante de la fachada del teatro hay dos enormes autobuses grises, de esos preparados para las giras musicales, con las ventanas traseras oscurecidas. Mas tarde llegó otro más. Se supone que Neil Young ya está ensayando, pero no lo puedo comprobar. Un seguridad con cara de tener poca correa no te deja ni pisar el escalón. Bueno, es temprano, hace frío y el olorcito a café del Starbucks es tentador, así que me pillo una butaca en primera fila, me pido un muffin y un café calentito y me dispongo a esperar. No tengo prisas.
Empiezan a aparecer más locos como yo. Un tipo con un portafolio (supongo que lleno de LPs), un chico alto con el pelo largo, dos chicas con unas flores (¿de plástico? vaya, vaya)... pero de Neil ni noticias. Paciencia.
Yo me asomo de vez en cuando, pero el frío es terrible y allí no se ve a nadie. Algunos de los fans han desaparecido, supongo que habrán ido a descongelarse un poco.
Ya han aparecido los reventas. Ellos no venden, sino que compran, je, je ¡Como son! Me enrollo con uno de ellos y me asegura que puedo conseguir una entrada por 500 eurillos de nada ¡Casi me entran ganas de vender la mía! Aunque hubiera hecho el primo, porque al día siguiente el precio subió entre 600 y 1000 euros la entrada. Si lo sé antes invierto en Neil; es más rentable que la bolsa.
Ya han aparecido los reventas. Ellos no venden, sino que compran, je, je ¡Como son! Me enrollo con uno de ellos y me asegura que puedo conseguir una entrada por 500 eurillos de nada ¡Casi me entran ganas de vender la mía! Aunque hubiera hecho el primo, porque al día siguiente el precio subió entre 600 y 1000 euros la entrada. Si lo sé antes invierto en Neil; es más rentable que la bolsa.
Por fin, a eso de las siete, se nota cierto movimiento en la puerta. Me asomo y casi me choco con Ralph Molina. Me hace gracia estar delante de un 33% de Crazy Horse y verlo de cuerpo entero, acostumbrado como estoy a ver solo una cabeza y dos brazos flotando sobre la batería. Le saludo y nos hacemos una fotito juntos, de recuerdo. ¡Dios! Este tío es el responsable de la percusión de Crazy Horse y lo tengo delante, al alcance de la mano. ¡No me lo puedo creer!
Al rato, aparece Rick Rosas en mangas de camisa (y yo arrecío, maldita sea el frío). Le pido una fotos para el blog y me pide la dirección de la página, así que nada, ya tenemos un playero más (espero que se la pase al Jefe ;-) Es un tío majo de verdad.
Llega la hora y el concierto empieza, así que me dedico a pasear por París hasta las 12:30, que es la hora en que me han asegurado que terminará.
A esa hora ya estoy en la puerta. Por ella salen los últimos compases de LAH y me arrepiento por centésima vez de no haber comprado la entrada de hoy. Vaya.
Casi de las primeras en salir, veo a las dos chicas de la flor que vienen con una sonrisa de oreja a oreja. La flor no se la han podido dar a Neil, pero ellas han visto el concierto desde casi la primera fila y ¡sin tener entradas! ¿Crees que exagero? Mira las caras de las condenás; se llaman Mamen y Cata, riojana y colombiana respectivamente. Y con arte de sobra como para revender (y eso no es todo, mañana vendrá la segunda parte de su historia).
01. From Hank To Hendrix
02. Ambulance Blues
03. Sad Movies
04. A Man Needs A Maid
05. No One Seems To Know
06. Harvest
07. Journey Through The Past
08. Mellow My Mind
09. Love Art Blues
10. Don't Let It Bring You Down
11. Cowgirl In The Sand
12. Out On The Weekend
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13. Mr. Soul
14. Don’t Cry No Tears
15. Dirty Old Man
16. Spirit Road
17. Bad Fog Of Loneliness
18. Winterlong
19. Oh, Lonesome Me
20. The Believer
21. No Hidden Path
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22. Cinnamon Girl
23. Like A Hurricane
A esa hora ya estoy en la puerta. Por ella salen los últimos compases de LAH y me arrepiento por centésima vez de no haber comprado la entrada de hoy. Vaya.
Casi de las primeras en salir, veo a las dos chicas de la flor que vienen con una sonrisa de oreja a oreja. La flor no se la han podido dar a Neil, pero ellas han visto el concierto desde casi la primera fila y ¡sin tener entradas! ¿Crees que exagero? Mira las caras de las condenás; se llaman Mamen y Cata, riojana y colombiana respectivamente. Y con arte de sobra como para revender (y eso no es todo, mañana vendrá la segunda parte de su historia).
Al momento se une al grupo Juan Carlos, un fan murciano, rockero convencido y playero confeso, con entradas para los dos días. Viene totalmente en volandas. En su cabeza debe todavía retumbar los acordes del concierto y no está para tonterías. Se marcha el tío para disfrutar a solas de la experiencia. Lo confieso, aunque no le he dicho nada, mientras se aleja me quedo mirándolo con cierta envidia. Aquí lo tienes con su pelo largo y su cara de satisfacción.
En la puerta, cada vez hay más gente. En total seremos ya unos veinte o así. El de los discos ya ha sacado su material (Comes A Time y algunos más que no logro distinguir). Yo estoy contra la pared de la entrada haciéndome el remolón.
Alguien me llama desde fuera y reconozco a mi colega Xisco. Casi acaba de bajarse del avión y ya está aquí Tiene mérito.
Estamos saludándonos cuando empiezan a salir algunas personas. Sale Anthony Crawford, sale Larry Cragg, sale Ben Keith (emoción), sale Ralph Molina (más emoción), sale Rick Rosas (ahora sí que es emocionante), se pierden en dirección a los autobuses, se oye un revuelo y aparece el Tío Neil con su gorra extraña, seguido de Pegi. Se para, mira al personal y ¡Oh! Decepción, decide no salir. Huye hacia dentro otra vez. Nos quedamos todos con caras de panolis, sin creérnoslo del todo. Yo, que estoy bastante cerca oigo a Neil decir ¡NO, no! y observo la cara algo asustada / mosqueada de Pegi ¿Pensarán que los europeos somos peligrosos? Ya sé que Neil Young no es amigo de lo baños de masas, pero unas fotos y un par de frases... En fin, él verá.
Alguien me llama desde fuera y reconozco a mi colega Xisco. Casi acaba de bajarse del avión y ya está aquí Tiene mérito.
Estamos saludándonos cuando empiezan a salir algunas personas. Sale Anthony Crawford, sale Larry Cragg, sale Ben Keith (emoción), sale Ralph Molina (más emoción), sale Rick Rosas (ahora sí que es emocionante), se pierden en dirección a los autobuses, se oye un revuelo y aparece el Tío Neil con su gorra extraña, seguido de Pegi. Se para, mira al personal y ¡Oh! Decepción, decide no salir. Huye hacia dentro otra vez. Nos quedamos todos con caras de panolis, sin creérnoslo del todo. Yo, que estoy bastante cerca oigo a Neil decir ¡NO, no! y observo la cara algo asustada / mosqueada de Pegi ¿Pensarán que los europeos somos peligrosos? Ya sé que Neil Young no es amigo de lo baños de masas, pero unas fotos y un par de frases... En fin, él verá.
Al momento sale alguien seguido de algunos de seguridad y pide que le abramos un pasillo hasta el primer autobús. Así lo hacemos y aunque alguno aun insiste, la mayoría nos limitamos a observarlos de pasar. Llega a su sillón, le sirven un tinto y se lo toma tan pancho. A descansar que mañana tiene que estar en forma.
Por esta noche ya es bastante. Me alejo del Rex entre contento y decepcionado. Vamos charlando Xisco y yo del tema cuando nos para una chica joven y su pareja. Se trata de Carmen, otra asidua playera que ha venido al concierto desde Barcelona. Simpatiquísimos. En un momento parece como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo. Con la emoción no tomamos ninguna fotografía, pero tranquilo que Carmen es una fotógrafa fuera de serie y nos ha mandado algunas de las suyas.
Lástima que no nos pudiéramos encontrar al día siguiente, aunque ya procuraré que no falte en nuestro Rust Fest próximo.
Por esta noche ya es bastante. Me alejo del Rex entre contento y decepcionado. Vamos charlando Xisco y yo del tema cuando nos para una chica joven y su pareja. Se trata de Carmen, otra asidua playera que ha venido al concierto desde Barcelona. Simpatiquísimos. En un momento parece como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo. Con la emoción no tomamos ninguna fotografía, pero tranquilo que Carmen es una fotógrafa fuera de serie y nos ha mandado algunas de las suyas.
Lástima que no nos pudiéramos encontrar al día siguiente, aunque ya procuraré que no falte en nuestro Rust Fest próximo.
(seguirá la historia)
4 comentarios:
Bien, muy bien, el reportaje; parece enteramente que también estuvimos allí.
Ahora, a esperar la próxima entrega del reportaje.
Mientras tanto voy a darle una segunda lectura...
Muy bien Antonio, me encanta tu reportaje...Te pasaré algunas fotos para los playeros y para ilustrar tu narración si te sirven.
Hola!
ya tengo ganas de leer la segunda parte de tu crónica, ¿¡no me digas que la riojana y la colombiana también entraron gratis el dia 15?!Si es así, entre eso y los reventas... he tirado 135 eur!! NO NOOOOO.... es broma! volvería a pagar incluso el doble!!!
Lo que vale millones es tu foto junto a Neil al salir del teatro, felicidades!!
PD: Ya os he enviado algunas fotos del dia 14 (pero lo de fotógrafa fuera de serieee...jejejje)
Un saludo y a Xisco también!
Carmen
Qué envidia, París... aunque sí es verdad que hace un frío del demonio, Si te fijaste, por las calles no ponen termómetros, para que la gente no emigre... jejeje
Gracias por la crónica
Carmen
(de la lista de R.B.)
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