23 febrero, 2008

Neil Young en Van Gogh de Amsterdam

Martes, museo Van Gogh, doblo una esquina y allí está Neil clavando intensamente los ojos en (estoy seguro) una de las pinturas de Wheatfield. Estaba a solas escuchando la audio-guía a través de los auriculares.
Ya había visto a Rick y otros miembros del equipo en el museo, así es que no fue una sorpresa completa, pero le puedo decir que no estaba preparado.
Suena melodramático, lo sé, pero con todas esas pinturas de Van Gogh asombrosamente brillantes, y luego un Neil observandolas, estaba abrumado por no decir algo más.
Hablo de estar en presencia de grandeza presenciando la grandeza.
Dí marcha atrás y probé leer el cartel, pero realmente no podía concentrarme y debía continuar con la visita al resto de museo.
Pero la sala donde estaba Neil era en la que estaban las pinturas más famosas así es que tenía que regresar de todas formas.
Para entonces nuestro hombre había terminado de mirarla y estaba hablando con un joven del equipo, así es que pensé que si había un momento oportuno en la vida, era ese.

Yo: ¿Neil, no quiero molestarle, pero ¿puedo decirle hola simplemente?

Neil: Seguro, ¿cómo está? (Extiende la mano)

Yo (dándole la mano, temblando las rodillas, golpeando el corazón): He sido un admirador toda mi vida. (¡Dios, soy un estúpido!)

Neil: Gracias, se lo agradezco.

Yo: Vale, le dejaré solo ahora.

Neil: Gracias, agradezco eso.

Y eso fue todo. No es una gran historia, pero reconozco que ha sido un pequeño momento estelar. ¡ Amo Amsterdam!

¡Que suerte tuvo nuestro rustie Powebooter! Bueno, ahora ya sabemos en qué gasta el tiempo libre Neil Young.

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