«Fork in the road», nuevo álbum de Nel Young
Neil Young regresa con un disco áspero, crudo y sin contaminantes
Danel EMAZABEL | DONOSTIA
Neil Young, músico y cineasta ocasional con el sobrenombre de Shakey, pronto empieza a tocar en bandas del instituto, lugar donde forma un grupo instrumental en la onda The Shadows, los Squires. Poco a poco comienzan a ganarse un nombre y a tocar en salas de Manitoba y Ontario. En una de esas citas coinciden con un grupo de folk-rock estadounidense liderado por un desconocido Stephen Stills, rápidamente se hacen amigos y quedan en verse algún día en Los Ángeles, California.
En el verano del 65, The Squires se separan y Neil vuelve a Toronto, donde se junta con Mynah Birds, banda liderada por Rick James (conocido más tarde por grabar hits de música disco), quien pronto consigue un contrato con el sello Motown. En una de las sesiones de grabación Rick es detenido por desertar del Ejército, por lo que la banda se ve forzada a separarse. Una noche, en un bar de los habituales de Toronto, Young y Bruce Palmer, bajista de Mynah Birds, escuchan «California dreamin», de Mamas and the Papas. En ese momento Neil tiene una visión «nos vamos a California a convertirnos en rock stars». Días después la pareja se encuentra cargando sus pocas pertenencias en el maletero del destartalado Pontiac negro funerario propiedad de Young.
Con un acelerón dejan atrás la ciudad de Toronto y con otro ponen rumbo hacia Los Ángeles al grito de «Hoy Toronto, mañana el mundo». Lo curioso del asunto es que su intención pasa por localizar en la gran ciudad a su amigo Stephen Stills, del que desconocen cualquier dirección, incluso si todavía sigue allí. «Pasamos cinco días -comenta Young- paseando por Sunset Boulevard, buscando a Stephen, simplemente preguntábamos a la gente si conocían a un tal Stephen Stills. Viendo que no lo encontrábamos, decidimos ir a San Francisco. Cogimos el coche y pusimos rumbo, pero la casualidad quiso que en un atasco alguien comenzara a gritarme. Miro a un lado y descubro en una furgoneta blanca al mismo Stephen y a un amigo suyo, Richie Furay». En realidad, no lo sabían, pero la historia sí: acababa de nacer Buffalo Springfield.
Folk-rock en Los Ángeles
Fusionando rock, folk y country, Buffalo Springfield se ganan inmediatamente a la gente con sus conciertos en el Whisky a Go Go de L.A., dejando tres discos: «Buffalo Springfield» (1966), que incluía el himno generacional «For what is worth», inspirada en las revueltas de Los Ángeles, «Buffalo Springfield again» (1967) y «Last time around» (1968), donde ya se intuía la capacidad creativa de Young en canciones como «Mr. soul», «Broken arrow» y «I am a child». A finales del 68 entraría en escena una persona muy importante en la carrera de Young: su mánager hasta el día de hoy, Elliot Roberts. La relación entre ambos nace cuando B. S. necesitan mánager. Escogen a un amigo de Joni Mitchel llamado Elliot, quien pronto se da cuenta de lo difícil que es tratar con uno de los miembros de la banda, Neil Young. Cuenta Elliot: «En un descanso de una de las giras, me tomé una hora libre para jugar al golf. Cuando volví, me dijeron que Neil me había despedido. Al parecer, estaba algo enfermo y necesitaba que le llevase al médico. Me dijo: `no quiero un mánager que juegue al golf, quiero a uno que se preocupe por la banda'. Intenté disculparme muchas veces, pero para él era como si no existiese». «Un día -prosigue Elliot- estaban B. S. en Santa Mónica probando sonido. Subí al escenario para saludar, pero Neil, en cuanto me vio, mandó parar la prueba y me dijo: `Vete de aquí, que te jodan'. Acabé llorando». Lo curioso del asunto es que Neil estaba jugando turbio, pues lo único que deseaba es que Elliot dejara de ser mánager de los B. S. y contratarlo él para su carrera en solitario.
Escapando del bullicio de Los Ángeles, Young se muda a Topanga Canyon, un pueblo semijipi a menos de una hora de la ciudad. Elliot le consigue un contrato con Reprise, aunque con la ayuda del productor Jack Nitzche. «Jack fue el que más me ayudó, creía en mí», señala Neil. En enero de 1969 tiene ya en la calle «Neil Young». De inmediato se junta con una banda que conocía de los primeros Buffalo Springfield y que se convierte en piedra angular de su carrera, The Rockets, reconvertidos poco después en Crazy Horse, con Danny Whitten, Billy Talbot y Ralph Molina.
Con «Neil Young» aún caliente, en un par de semanas graban «Everybody knows this is nowhere», y en mayo de 1969 ya está en la calle. El disco, creado con Neil en estado febril, incluye tres canciones («Cinnamon girl», «Down by the river» y «Cowgirl in the sand») donde ya se vislumbra el sonido eléctrico marca de Neil Young y Crazy Horse.
Disfrutando ya de cierta fama, Young se une a Crosby, Stills y Nash, cuarteto que en 1970 deja el imprescindible «Deja vu», y donde gestan la banda sonora de la música protesta de la guerra de Vietnam en canciones como «Ohio», inspirada en el asesinato por la Guardia Nacional de cuatro estudiantes que protestan en la Universidad de Kent contra la guerra de Vietnam. Tocan en el mítico festival de Woodstock, experiencia no muy enriquecedora para Neil: «Usaron la música para hacer negocio, fue el comienzo del uso del r'n'r con fines comerciales. Todos los músicos estaban en plan rollo Hollywood, mirando a las cámaras».
La carrera de Neil en solitario sigue en marcha, graba el exitoso «After the gold rush» (1970) junto a Crazy Horse y un joven Nils Lofgren, más tarde miembro de la E. Street de Springsteen. El disco muestra canciones acústicas como «Tell me why», poesía extraterrestre al piano como «After the gold rush» y energía rock como la musculosa «Southern man». Tras el disco, Neil se muda de Topanga Canyon a un rancho próximo a San Francisco, al que bautiza Broken Arrow. Aquí encuentra la inspiración para nuevas composiciones como «Old man» y «Heart of gold», que presenta en una gira acompañado con piano, guitarra y, por primera vez, armónica. La gira queda documentada en el reciente «Neil Young archives live at Massey Hall». Preparado para grabar nuevo material -seguramente su disco más conocido «Harvest» (1972)-, se junta con una banda de músicos de sesión de Nashville, Stray Gators, que incluye a músicos importantes para la futura carrera de Neil, Ben Keith (presente en su actual gira) y Tim Drummond. «Tienes que coger a Ben Ketih para tocar la steel guitar Neil, es como cuando entra lentamente la niebla por San Francisco y cubre toda la ciudad, así es como toca Ben», le aconsejan. «Harvest» es todo un éxito, al tiempo que le single «Heart of gold» se convierte en su único número uno. No obstante, las cosas no se iban a poner nada fáciles para Neil. La muerte por sobredosis del guitarrista de los Crazy Horse, Danny Whitten y de su roadie de los tiempos de Crosby, Still, Nash & Young, Bruce Berry, sumergen a Neil en una espiral de destrucción y pesimismo que comienza con «Times fades away» (1973), donde la botella de tequila José Cuervo era un miembro más del grupo, y acaba con la muerte del sueño jipi con «Tonight's the night» (1975).
Rodando al presente
Con la nueva versión de los Crazy Horse, que incluye al guitarrista Frank Sampedro, edita el rockero «Zuma» (1975), con el polémico «Cortez the killer», inspirada en la brutal conquista de México por parte de Hernán Cortés, motivo por el cual, el disco es censurado en la España franquista. Impulsado por la revolución musical impuesta por los Sex Pistols, abraza el punk, subiendo la intensidad sónica y literal: «Mejor quemarse que morir oxidado», sentencia, al tiempo que se publica «Rust never sleeps» (1979), donde no abandona su lado acústico.
El comienzo de los 80 representa otra época crítica en su carrera: nace su segundo hijo Zeke, con discapacidad mental al igual que el primero, y abandona Reprise para fichar por Geffen en 1982. Es acusado falsamente de defender a Reagan por una declaración mal interpretada. En 1987 es expulsado de Geffen por editar música anticomercial, discos que van desde la música electrónica con sintetizadores y vocóder a revisiones de rockabilly y country. En el 88 vuelve al sello Reprise y edita el disco de blues/soul «This notes for you», donde critica el patrocinio de discos y giras por parte de compañías como Pepsi: «No canto para Pepsi, no canto para Coca Cola, no canto para Bud, no canto para Miller. No he cantado para políticos, estas notas son para ti».
Y para los fans son el resto de sus años, encuentra el equilibrio con notables discos: «Freedom», «Ragged glory», «Harvest moon»... Supera un aneurisma, pierde a su padre, al que le dedica «Praire wind», graba «Living with war», proclama contra Bush, «Chrome dreams» y ahora se redescubre con «Fork in the road».
FORMATOS
«Fork in the road» se publica en formato cedé normal al precio de 19 euros, además de una edición especial con DVD, que sube a los 23. El DVD contiene siete vídeos, tres de ellos con grabaciones en directo.
DIRECTO
Neil Young estará actuando el 31 de mayo en el Velódromo de Anoeta de Donostia. En el inicio de su actual gira incluye: «Hey hey, my my...», «Cortez the killer», «Heart of gold», «Tonight's the night» y, entre otras, «All Along The Watchtower.
Diez canciones de carretera plenas de vida y sucio rock
Cargado de fuerza en este final de década: contacto con sus seguidores mediante su web, giras, discos con regularidad, sus archivos históricos... Young une esfuerzos en 2008 con el ingeniero de motores eléctricos Jonathan Goodwin, con la intención de adecuar su viejo Lincoln Continental del 59 a la energía eléctrica y señalar al mundo que el cambio es posible, como señala a lo largo de «Fork in the road», su reciente álbum.
Comenta un viejo amigo mío que le parece que Neil ha pinchado esta vez. La primera impresión puede ser adecuada, pues Young ha editado su álbum menos elaborado de los últimos años. Un disco crudo, urgente, grabado durante la última gira y con una base mínima: batería seca, bajo como un pistón, guitarras más distorsionadas que nunca y una slide chirriante en ocasiones. Pero dale una segunda oportunidad y las impresiones pueden cambiar.
El disco se inspira, como muchas canciones de Young, en motivos como un coche, la carretera o la necesidad de hacer algo por el mundo cambiando comportamientos... Desde este prisma, lo cierto es que una vez que te subes al Lincoln, el disco funciona como un motor: áspero como las carreteras de EEUU en «When worlds collide» o quemando boggie-hard en «Fuel line». Viaje que continúa el viaje con guitarras clásicas marca de la casa y con la eterna pregunta del viejo jipi: ¿Una canción, «Singin a song», es suficiente para cambiar el mundo? Destila puro garage rock en «Johnny magic», dedicada al propio Jonathan Goodwin.
El motor gripa un poco en ese riff con aires rap-funk pertenecientes a «Cought up the bucks» y que habla de la crisis económica mundial («A dónde se ha ido el dinero»). Sube revoluciones en «Get behind the wheel», blues acelerado heredero de la época «Greendale». Se sale de la carretera suavemente en la floja "Off the road" y vuelve a sentirse cómodo conduciéndolo bajo «Hit the road»: «Llena el depósito, dale a la llave, tu satisfacción está garantizada», canta.
Young se toma un respiro en «Light a candle», donde propone dejar un mundo mejor a las generaciones posteriores: «Enciende una vela en la oscuridad para que otros vean más adelante, enciende una vela cuando te vayas», única canción del disco con textura acústica.
El viaje del Lincoln acaba con la canción que da título al álbum, «Fork in the road», seguramente el mejor momento de los diez cortes. Young quema ruedas a ritmo de un acelerado y brioso boggie-rock.
D. E.
Un interesante artículo aparecido en el diario vasco Gara en el que se hace un repaso a la carrera de Neil Young y una crítica al trabajo recién puesto en circulación: Fork In The Road. Reproducido con autorización del propio Dane. Gracias.
El artículo original lo puedes ver en este enlace.
1 comentario:
Ops. Acabo de ver que sigue la crónica del Gara. Disculpas.
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