05 mayo, 2009

Rock






























Allá por 1994, Javier Pérez de Albéniz inició en EL PAÍS DE LAS TENTACIONES un coleccionable de diez capítulos con una inmejorable propuesta: la discoteca perfecta.
Los 100 mejores discos de todos los estilos de la música popular (blues, rock & roll, country, jazz, soul, flamenco, étnicas, rock, pop y pop español).
En el correspondiente al Rock, el lugar de honor, el mejor está ocupado por Bob Dylan.
Sí, ese tipo que coloca al nuestro como the second most influential singer-songwriter of the 20th century still performing today en palabras de los primos americanos (Antonio dixit).
No obstante dentro de los 20 seleccionados hay mención a Neil, tanto en solitario con Harvest como Buffalo Springfield con el disco homónimo.
Todo esto me ha venido a la memoria al leer recientemente en dos blogs de música sendas glosas de Bob Dylan, y me ha suscitado la reflexión de su pervivencia - al igual que Neil y algún otro - en contraposición del pálido reflejo cuando no de la desaparición de ilustres que en aquél tiempo lo fueron.
Afortunadamente para nosotros, Neil still performing
Si es de tu interés, pincha encima.

6 comentarios:

MGM dijo...

Otra visión: el gran músico Steve Wynn aborda en su diario la disputa Dylan-Young, decantándose por el tío Neil y sus últimos trabajos. Ver http://www.stevewynn.net/diary.php

David Gallardo dijo...

Hummm, interesante...

Ramonet dijo...

Paco, enhorabuena por tu hemeroteca.
Estoy relativamente de acuerdo con las reseñas.
En cuanto al "debate" Dylan-Neil, para los playeros no hay duda. Dylan actuó el verano pasado en Alicante, entre otras muchas ciudades y se va pareciendo un poco a los Rolling´s en todo. Lo siento si alguien se puede sentir ofendido (libertad de expresión, please), pero Robert Zimmerman está un poco desdibujado, con respecto a ese torrente de genialidad de otros tiempos.

Paco dijo...

Ramonet, como tú tampoco tengo dudas, ahora bien: lee las reseñas que te indico, parece que ha resurgido;
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Dylan/majestuoso/conquista/Roma/elpepucul/20090418elpepucul_2/Tes
y
http://www.elpais.com/fotografia/gente/Bob/Dylan/vuelve/numero/elpfot/20090504elpepuage_6/Ies/
Saludos.

Pola dijo...

Para mi no hay debate o es un debate ficticio que se suelen plantear solo los fanáticos: el debate de quién es "mejor" (es muy común verlo en las páginas de fans de Springsteen -Springsteen vs Dylan- o de U2 -la banda más grande del planeta vs Stones o Beatles-.

O sea, que los dos. ¿Tengo un favorito? Sí, Neil Young. ¿Por qué? Porque como mi inglés no da para disfrutar del asalto de imágenes de las letras del Dylan simbolista, en mi pesa más la melodía de la canción, y en este campo Young me gusta más. Si fuera inglés o norteamericano intuyo que sería al contrario.

En cuanto a los últimos discos, discrepo con Steve Wynn: Dylan lleva publicados cuatro discos de género (entiendo por género su conocimiento asombroso de los géneros en auge en la era pre-rock'n'roll -1952-1958- que plasma en la estructura y los arreglos de las canciones con una banda perfecta en pegada y fondo) de notable. O sea, su individualidad como artista, está en el letrista, ya que, musicalmente, utiliza fórmulas de "género" (y para mi esto no es nada peyorativo).

Neil, por el contrario, musicalmente es un género en sí mismo y por eso sus experimentos con géneros musicales me parecen sus discos más flojos: con el soul -Blue Notes-, con la new wave y el techno-rock -Trans, Landing on water-, con el country -Old Ways- o con el blues -canciones con patrones de blues tradicionales muy definidos, como Vampire Weekend-.

Neil es un género musical en sí mismo cuando se lanza en improvisaciones eléctricas -que es lo que le gusta a Wynn que con Dream Syndicate hizo sus mejores canciones "plagiando" ese sonido: John Coltrane Stereo Blues- o cuando se aplica como cantautor acústico que sabe mezclar en la misma canción folk y country con una muy marcada sensibilidad para la melodía pop.

Personalmente, yo no acabo de encontrar esa fidelidad a su identidad musical en Living with War ni en este último Fork In The Road. Sí, aparece, a mi juicio, ya digo, en algunos temas de Chrome Dreams: No Hidden Path o Spirit Road (no cuento Ordinary People): aquí el problema está en los músicos de acompañamiento: para mi solo hay una pieza sin la que el sonido hipnótico de las cabalgadas eléctricas de Neil Young pierden mucho: las pocas notas pero que llenan todo y que van ligeramente ralentizadas -Words- del bajo de Billy Talbot.

Bueno, que lo dicho, que no me apunto al debate de si Young es mejor que Dylan o quién mantiene mejor el tipo: los dos me gustan mucho y las diferencias en el disfrute las marcan cuestiones de gustos y apreciaciones como las que mencionaba anteriormente.

¡Ah, sí!, una postdata: sobre los directos de Dylan y la "comparación" con que le pasa a los Stones: en fin, la banda que ahora mismo lleva Dylan es uno de los mejores grupos que yo haya podido ver sobre un escenario haciendo rhthym&blues, rock'n'roll y country&western. Si a eso le sumo a un artista que cada noche rehace totalmente las canciones que lleva interpretando más de 40 años, la comparación con los Stones me queda a años luz. Como decía Tom Waits, "no hago giras muy a menudo porque si tuviera que tocar 40 veces la misma canción sería como si la estuviera aplastando con un martillo". Pues eso, frente al éxito rápido y fácil de que tu público identifique temas emblemáticos y los coree o tararee, un artista que sabe que lo más importante es que esas canciones en directo suenen frescas y que pueda seguir disfrutando de cada una de ellas como un desafío cada vez que la interpreta. Lo contrario: machacarlas con un martillo y tocar en piloto automático (o una sensación de intensidad impostada y falsa como en las últimas veces que he visto a Springsteen y la E Street Band tocar por enésima vez Born To Run: ¡qué bien suena pero qué falso y que sentimiento tan impostado).

Saludos.

Paco dijo...

Mi intención al editar la entrada no era suscitar ningún debate (versus) acerca de la elección de uno u otro o de su primacía, que por lo demás considero estéril.Mis gustos no están sujetos a ningún ranking.
Sí ponía la intención en cuanto vigencia; en la presencia de artistas que con un lapso de tiempo de 15 años (en este caso)siguen brillando con luz que alumbra a distintas generaciones de aficionados.
Su obra no se discute en términos de pasado, presente o futuro, están fuera del tiempo.
Para ello me serví a modo de ilustración de la nómina de gloriosos vestigios (Hendrix, Creedence.....), flores de un día (.........), o marchitas caricaturas de lo que un día fueron y representaron (.........)
PD.- el espacio entre paréntesis, rellénese a gusto del consumidor.
Salud.