09 julio, 2009

HARVEST del 45



















No he podido resistirlo. Reconozco otra de mis debilidades (portada del vinilo Green River) .
Como titulaba Ruta 66 en su nº 261 del pasado junio, el grande del rock que faltaba.

Con motivo de tan ilustre visita, hoy se publica en el diario EL PAÍS una entrevista con este icono que comparte con Neil no solo el año de su nacimiento, sino un Dèjá Vu (2004) propio, sensibilidades con respecto a Irak y Vietnam y las administraciones Bush y además un disco homónimo (1975) con su perro en la portada.

Será el próximo lunes, Lucky Thirteen..... y yo también.
Qué cosecha la de aquel año !!!! : John Fogerty, Van Morrison y Neil Young (por riguroso orden cronológico)

P.D.-
Si hay algún débil más, y quisiera acceder al reportaje de Ruta 66.......... pues por aclamación popular no dudaría escanearla.
Y para que Antonio no nos pregunte cómo se llama el perro de Fogerty, ya os lo digo: Shep.













4 comentarios:

johnphillips1981 dijo...

El lunes en Madrid, ya estoy deseando que llegue el día 13 y poder ver a este genio encima de un escenario.
Qué ganas de bailar auténtico Rock & Roll!!!!

El lobo estepario dijo...

Bienvenido al club johnphillips 1981. En un comentario mío (05/01/09) a la entrada Felicidades Stephen, decías que había muchos compositores mejores que Stephen. Yo ya te había señalado con anterioridad a Fogerty, pero me pareció que "pasabas de puntillas". Me alegro de tu reconocimiento. Seguro que disfrutaremos el lunes.

johnphillips1981 dijo...

Lobo estepario me encanta Fogerty, y creo que es mucho mejor compositor que Stills. Pero lo que me da Fogerty (que es muchísimo), no es lo mismo que me da Stephen. El lunes seguro que disfrutaremos. Si llevas una camiseta de Hermann Hesse seguro que te reconozco.

Yo llevaré una de Stephen Stills.

Jose dijo...

Lo vi el sábado en Córdoba y superó todas mis expectativas. Tengo un par de DVD suyos de años recientes y sabía que seguía en forma, pero esto... directo a la lista de los mejroes conciertos de mi vida. Excepto en un tema del que dijo que era la primera canción de amor que había compuesto en su carrera, dedicado a su mujer, donde se apoyó en un taburete, no dejó de ir de un lado para el otro del escenario durante dos horas, corriendo, saltando y emocionando a todo el mundo. Tocó casi todos los grandes temas de la Creedence, porque tocarlos todos en un par de horas es tarea imposible.
Genial! Prometo alguna fotillo pronto.