22 septiembre, 2010

Neil Young en una fiesta de pijamas

El director Ryan Murphy no busca complicaciones en una historia en la que cualquier espectador con dos dedos de frente sabe todo el tiempo lo que va a ocurrir. Y lo que ocurre responde a la cursilería sentimental, el exceso de merengue, el discurso pretendidamente trascendente, la espiritualidad de manual, el turisteo de lujo, el empalago visual, el desfile de modelitos exóticos que exhibe la deprimida que quería encontrarse a sí misma, el infalible happy end. Casi todo resulta falso, indigerible, artificial, meloso y pesadito. Imagino que a dos actores tan sólidos y preocupados por su currículo como Richard Jenkins y Javier Bardem les tienen que haber ofrecido un pastón por hacer de mariachis humanistas de la reina. Y a ella, aunque la estética sea relamida y una majadería el argumento, siempre apetece mirarla. Pero lo que verdaderamente me agrede en esta tontería de diseño es que en su banda sonora aparezcan dos canciones sublimes de mi amado Neil Young y fragmentos de la música verdaderamente romántica y lírica que compusieron Gato Barbieri y Oliver Nelson para Último tango en París. La lógica exigiría que ambientaran esta película con canciones del juglar Julio Iglesias.

Carlos Boyero le pega fuerte a la peli y este último párrafo del artículo te puede dar una idea clara de por dónde van los tiros del artículo.

La película en cuestión, por si todavía no has caído, es la última de la diva Julia Roberts, la titulada Come reza ama, cuyo título a mí también me dio mosqueo la primera vez que lo oí.

Después de leerlo no sé si apesadumbrarme yo también con la elección de la banda sonora ¿Merecerá Neil el precio de la entrada?

 

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La ilustración pertenece a Blake Loosli.

Gracias Cristina por el chivatazo.

1 comentario:

johnphillips1981 dijo...

"Heart Of Gold" y "Harvest Moon" para ser concretos. Además Eddie Vedder, Josh Rouse, Sly & The Family Stone, Marvin Gaye...

Poniendo como la pone quizás la B.S.O sea lo único que se salve.