Nils Lofgren: Misión Cumplida

Eran las 6 de la tarde. El frío empezaba a hacer estragos y la noche iba cayendo sobre la ciudad de Berga. Estábamos aguantando estoicamente en la puerta del hotel “Ciutat de Berga” donde nuestras fidedignas fuentes nos habían informado que se alojaba Nils Lofgren cuando, después de una larga espera, Ángeles divisó al objetivo: un tipo flacucho y bajito que, pertrechado con una simple mochila, se dirigía al comedor del hotel con claros rasgos de cansancio en el rostro.
Nuestros corazones nos dijeron que era el momento de intervenir y, sin más dilación, entramos en el hotel y cruzamos el hall ante la mirada atónita de dos jóvenes recepcionistas que driblamos hábilmente. Fuimos directamente hacia la mesa en la que le iban a servir una frugal cena y vimos que se encontraba solo, sin más compañía que su inseparable mochila y sus gafas negras.
Después de saludarle y darnos a conocer como “representantes” de La Playa de Neil, se prestó muy amablemente a hacerse unas fotos con nosotros y a responder algunas preguntas:

LPDN:

Bienvenido a España, a esta pequeña ciudad llamada Berga. ¿Qué te parece la perspectiva de este concierto?

NL: Llevo 42 años en la carretera y os puedo asegurar que tocar en pueblos pequeños (aunque Berga no lo es tanto), tiene un encanto especial. Suelen ser lugares muy acogedores. Prec

isamente vengo de tocar en 17 pequeñas ciudades de Inglaterra y me siento muy cómodo en ellas.

LPDN: ¿Tienes previsto tocar alguna canción de Neil Young?

NL: Sí, seguramente.

LPDN: ¿Cuál de ellas?

NL: Posiblemente Long May You Run (latido de nuestros corazones).

LPDN: ¿Tienes algún proyecto a corto plazo para volver a tocar con Neil Young?

NL: Eso no depende de mí. Depende siempre de Neil. Yo estoy dispuesto, pero ya sabéis que acaba de editar su nuevo trabajo y está haciendo sus giras (sonrisas).

LPDN: Gracias y diviértete esta noche.

NL: ¿Vendréis luego al concierto?

LPDN: ¡Por supuesto que vendremos!

NL: Pues entonces, luego nos vemos.

Y encima nos firmó las entradas !!!!! Vaya tipo más entrañable !!!!!

A pesar de que se nos quedaron en el tintero bastantes preguntas (cientos, miles…), no quisimos entretenerlo más ya que todavía tenía que cenar, atender a una decena de fans que al vernos con él se amontonaron en el hall, e irse a descansar un ratito antes del concierto.

Después supimos que Nils fue un ángel con otros grupos de seguidores que por la mañana le habían esperado en la pastelería de Albert Dorna; estuvo allí unos 45 minutos hablando muy animadamente con todos y degustando el chocolate de la tienda.

Abandonamos el hotel y nos dirigimos hacia el Pabellón Municipal donde se iba a realizar el concierto. Allí nos encontramos con Albert que nos explicó que las pruebas de sonido habían durado unas cuatro horas. Cualquier cosa para que todo fuera perfecto. A la entrada del recinto había una carpa donde vendían camisetas y el único CD que estaba a la venta era el que grabó Nils versionando las canciones de nuestro Tío Neil (¿otro guiño del destino?).

Después de más de una hora de cola a casi nueve grados de temperatura, entramos y nos situamos en la primera fila (por supuesto), desde donde observamos que la media de edad de los casi 1200 asistentes estaba cercana a los 40 (menudo consuelo). Ya sonaba música ambiental cuando se hizo el silencio y comenzaron a sonar las notas de…. TELL ME WHY !!! (versión original del disco After The Gold Rush); nos sentimos como en casa. Con las últimas notas de la canción, Nils saltó al escenario sin la compañía de Greg Varlotta que ha estado este mes actuando con él en Inglaterra, y se desató la locura de todos los que estábamos allí.

Fueron dos horas de un concierto electrificante (a pesar de ser acústico), donde tuvimos la suerte de poder escuchar canciones del propio Nils (grandiosas todas ellas), de Springsteen (como If I Should Fall Behind y Because The Night) y de Neil Young (Long May You Run… ¡cielos!). Ésta última la dedicó a todos los fans de Neil mientras miraba “casualmente” hacia el lugar donde nos encontrábamos, pues nos había reconocido entre el público a causa de nuestros “rustie-atuendos” (en especial mi gorra y las chapas). De nuevo lágrimas en nuestros ojos y los pelos como escarpias.

Se notaba que Nils estaba muy cómodo tocando: derrochó energía sin límite, su entrega fue total, sus movimientos en el escenario recordaban a las piruetas que hacía en nuestro conocido “Trans” (a pesar de sus 59 tacos) y, entre canción y canción, se mostró muy comunicativo.

Cuando terminó el concierto nos dirigimos a la salida lateral del Pabellón y tras una larga y gélida espera, tuvimos la suerte de verle de nuevo ya que se acercó a los fans que esperaban para firmar discos y autógrafos varios (que nosotros ya teníamos desde hacía horas). Fueron sólo unos pocos minutos ya que debía marcharse a dormir a Barcelona para tomar su vuelo a las seis de la mañana. Pobre… menudo trasiego… y sin perder la magia en ningún momento… Eso es ser profesional. Sí señor.

Durante las horas que estuvimos allí, tanto Ángeles como yo, tuvimos la percepción de que éramos escasos los seguidores de Neil Young que acudimos al concierto ya que casi todos los asistentes eran fans de Springsteen o de Nils en su carrera en solitario. Pero os podemos asegurar que nos hicimos notar y que todos y cada uno de vosotros, de una u otra manera, estabais allí también.

Un abrazo,

Pepe y Ángeles.