La programación del segundo día la abrió Nano Samper (alias Big John). Estaba previsto que hiciera un set variado que contemplaría temas en acústico en solitario, otros acompañado de su hija Marta y algunos acompañado del grupo The Flying Horses, aunque también subió al escenario David Funes que lo acompañaría a los teclados y Julia Vaquero en alguna segunda voz.
Marta, su hija, impresionó positivamente a todos los que allí nos
reuniámos. A pesar de su juventud (14 añitos) y de ser la primera vez
que se ponía delante de público, demostró tener muchas aptitudes y
dominio no sólo en los temas en que apoyó a su padre , sino también
cuando hizo de solista. Enhorabuena, Marta.
The Flying Horses sonaron bien y potentes, aunque al principio
se les notaba algo inseguros con Neil Young, debido quizás a que como
tengo entendido hace poco que se han incorporado al clan de la
herrumbre. Además, no fue la noche propia para dar de sí todo lo que se puede dar.
Big
John, viejo conocido de Bolonia, no defraudó. Su característica voz y
su cuidado trabajo a la guitarrá acústica fue de nuevo impecable.
Lástima que su descuidada organización pusiera la única nota negativa
del festival e influyera negativamente no sólo en el ambiente de lo que
es un Rust Fest, sino también en los músicos, los suyos propios y los
que venían detrás, que vieron su tiempo reducido de manera obvia. Pero lo que interesa, que es la actuación, quedará ahí en el recuerdo.
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