Crónicas del Eurotour: Dublín.

Dublín (Baile Átha Cliath en gaélico) es realmente una ciudad acogedora para la música. En cualquiera de sus pubs y casi a cualquier hora podemos escuchar música en directo. También reconoce el mérito de los músicos, por ejemplo, con la estatua de Phil Lynnot (Estaba en restauración):

o el rincón dedicado a Rory Gallagher:

Las entradas a sus pubs y comercios son auténticas obras de arte, como muestra, dejo un collage:

Paseando por sus calles, nos encontramos a un miembro del staff de Neil, pero no solamante no quiso firmarnos un autógrafo, ni siquiera nos dirigió una palabra, aunque no pudo evitar que le hiciéramos una foto:

Aquí si que encontramos carteles anunciando el evento:

Y llega la hora de trasladarnos a RDS Arena:

Aquí tenemos el merchandising:

Llegamos a tiempo de ver a los Waterboys, lástima que el viento, el frío y la lluvia hicieran de las suyas, el sonido no fue del todo correcto, aparte de muy bajo, y, al ser teloneros, sólo tuvieron 45 minutos de tiempo:

Sale el sol, el viento deja de soplar y con bastante puntualidad aparecen por fin Neil Young & Crazy Horse, sobre un escenario esta vez sin el atrezzo de los micrófonos, cajas y amplis gigantes, y, todavía con algunos problemas de sonido (y más bajo aún que en París) van sonando Love and Only Love, Powderfinger y Psychedelic Pill:

Y así llegamos a uno de los momentos estelares El inmenso Walk Like a Giant y su impesionante y laaaaaargo final

Una sección acústica más corta de lo habitual

da paso de nuevo a la tormenta eléctrica (la otra ya se barruntaba) con otro gran momento, Ramada Inn, de nuevo con algo menos de furia en los solos, pero espléndida en toda su extensión.

Cinnamon Girl, Fuckin' Up en la vesión larga y participativa (you're just a fuck-up!) de este tour, la rotura de cuerdas, Mr. Soul, la lluvia el frío que arrecian nos van acercando al final, con el juego del despiste que supuso My my Hey hey My my o lo que sea que tocaron.

A punto estuvieron de tocar Like a Hurricane, pero no. Retirada y bis con un Cortez the Killer algo más corto y menos rabioso que en otras ocasiones.

Y retirada para nosotros también, a tomar unas merecidas pintas en unas no menos merecidas sillas, que los pies estaban casi inmovilizados por las apreturas.

Decir por último que en el aeropuerto nos encontramos con un grupo de playeros más que habían acudido alc oncierto (y que conocían a los CrazyPonys), que se quejaban un poco de que últimamente hay menos contenido en esta playa. Así que menos Facebook y más colaboraciones.

Sláinte saol!