13 octubre, 2015

Rivas Rust Fest VI – Y Madrid Ardió - II

Gracias por la crónica Grandpa.
Me tomo la libertad de erigirme como cronista de la charla “Time Fades Away” a cargo de Manuel Ruiz, a riesgo de hacer un “Pulp Fiction”, pero que por decreto te mereces.

Esto que Manolo no se atreve a contar, con la mejilla sonrosada, acerca de su esencial aportación al fest, sucedió así:
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Como cada año, tiramos la caña al “narrador oficial” del rust fest, Manuel Ruiz Baraibar, para contar con su tradicional charla en un Rust Fest, a sabiendas de que no íbamos a contar con una negativa por respuesta. Pero es que este año el tema daba mucho de sí. Nada menos que el primer disco de la trilogía maldita, o “la trilogía de la desesperanza” como así la bautizó el amigo Manuel durante su cálida o más bien tórrida ponencia. Veníamos de hablar de Harvest en Xunqueira para que tomase el relevo este disco en directo creado en un contexto de muertes, sustancias, depresión, que dio paso a sus tres discos más difíciles y con el tiempo más reconocidos. Había mucha carne en el asador en la charla de este año. Y como no podía ser de otra forma, el amigo Grampa superó las expectativas. La cosa no estaba fácil. Como ya sabemos, un Rust Fest sin cagadas, no es un Rust Fest. Y este año la cagada se centró en la comida del sábado que precedía la charla de Manolo. La tardanza con la barbacoa y la desazón provocada en muchas de las personas que tardaron tantísimo en poder comer, creo un ambiente no demasiado óptimo para recibir el devenir del programa del fest con entusiasmo. Este hecho, unido a los 40 grados a la sombra que teníamos en el parque San Isidro, hizo que a Manolo le tocara lidiar con un ambiente de sobremesa no demasiado favorable que solo alguien como él tiene aptitudes para dar la vuelta. Y lo hizo. Vaya si lo hizo. Acompañado de un guiskazo a palo seco empezó a contarnos que antes de Time Fades Away, hubo otro disco llamado Jorney Through The Past, porqué decidimos saltárnoslo en esta cronología hispano-rustie con la que hacemos un paralelismo fest a fest, y no solo eso: Allí sacó un ejemplar en vinilo que ruló de mano en mano.
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Ya todos conocéis a Manolo y sabéis que no hay un comunicador como él en la comunidad hispano-rustie, y de ese saber comunicar hizo gala en todo momento encandilándonos al nutrido público, unos comiendo tras la prueba de sonido, otros fresquitos de su baño en la piscina y otros tomando café, o licores en su mayoría, unos sentados sin perder detalle, otros recostados sobre el césped del parque. Las únicas interrupciones que rompieron tal comunión orador-público sucedieron con los continuos brindis cada vez que se mencionaba un personaje fallecido del contexto narrativo, y vaya si hubo muertos en esta época, o también por el propio calor. Cualquier excusa era buena con tal de “abrevar” como decía Manuel. Yo creo ha sido un regalo que en Rivas a Manuel le tocara hablar del Neil de la época negra, de las sesiones bañadas en tequila, de la depresión de Neil y la pérdida de sus amigos, de cómo Neil decidió tirarse a la cuneta tras el éxito comercial de Harvest. Además, con las traducciones al castellano de Shakey y Hippy Dream, nos pilló a todos bastante documentados y pudimos sacarle el máximo partido a la sabiduría, pasión y saber comunicar del Manuel, pese a las imprescindibles interrupciones del público que no hacían más que provocar: OTRO BRINDIS!!! ¡¡VA POR TI GRANDPA!!
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Fé de erratas: La cantante de Querido Neil es la fantástica Silvia Sola de la cual tenéis material en su myspace: https://myspace.com/silviasolamusica

Con los saludos de Alberto Mena que se estrena hoy como bloggero con este cariñoso texto dedicado a nuestro gran Manolo. Que no sea la última, RK. Y con las fotos, además, de Mireille Vinit. Un saludo para los dos.

2 comentarios:

manologranpa dijo...

Wow, que emoción. Que grandees sois. Abrazotes Alberto.

Isabel Meurer dijo...

Memorable charla, sí señor! Gracias Alberto!!! Menos mal también había hielo para amortiguar los 40 grados!