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13 octubre, 2008

Yo sé que Neil Young es un hartista

  1. Estamos HARTOS del arte oficial. Ese arte, sus artistas y su entorno se han vuelto tan soberbios, tan vanidosos, que creen vivir por encima del mundo, ocupados sólo en mirarse el ombligo, y debatir sobre el sexo de los ángeles. Aquí abajo, los hartistas trabajamos con nuestras manos, en y para el mundo real, haciendo del arte nuestro día a día y buscando en él nuestro sustento. El Hartismo es una apuesta por la humildad, la honestidad y la sencillez. Para los hartistas el arte es una profesión más, ni divina ni especial, y como en cualquier otra profesión la excelencia se logra sólo tras años de práctica seria y continuada.

  2. Estamos HARTOS de elitismo... Queremos que el arte sea devuelto al público, a las calles. Que salga de su encierro e impregne de nuevo la vida cotidiana... Queremos salas acogedoras, con asientos cómodos donde escuchar la música charlando tranquilamente mientras se toma un café.

  3. Estamos HARTOS de dejar que sólo opinen gurús y “expertos”. El Hartismo anima al público a que opine libre y sinceramente... Riámonos abiertamente del arte oficial, de las cosas pretenciosas, ridículas y huecas que las pretenciosas, ridículas y huecas mentes de mercanchifles, artistillas y políticos nos presentan como Arte con mayúsculas.

  4. Estamos HARTOS de oír una y otra vez la consigna interesada de que el arte ha muerto, la música ha muerto. La evidencia es otra; lo que vive pese a todas las dificultades, pese al ninguneo de que es objeto, es la Música. En cambio, lo que necesita inyecciones constantes de dinero público para sobrevivir son las “modernas” manifestaciones del arte oficial. Los hartistas estamos hartos de que el dinero público se destine a sufragar actividades extravagantes, propias de una atracción de feria, que avergüenzan a la mayoría de la población, que es quien las paga, y no gustan a nadie. Actividades y actitudes que están logrando desprestigiar al arte actual y a los artistas que queremos practicar nuestra profesión con seriedad.

  5. Estamos HARTOS del anti-arte... el anti-arte no quiere convivir con el arte; tiene como propósito su negación, y necesita exterminarlo para poder ocupar su lugar. Los anti-artistas saben que si hay arte cerca nadie presta atención al anti-arte: ante una canción y una lata de caca la gente normal suele preferir la canción.

  6. Estamos HARTOS del conceptualismo. Lo que distingue al artista es la capacidad de sacar partido a las ideas creando obras valiosas de por sí. La idea es un pretexto para llegar a una obra, y no al revés.

  7. Estamos HARTOS de que cualquier cosa se nos pueda presentar como arte. Si algo necesita se "anunciado en..." y necesitamos que además nos rueden una serie de ingeniosas historias para que podamos entenderla y considerarla como obra de arte, es que eso no era arte, sino una refinada tomadura de pelo. Una lata llena de caca es tan sólo una lata llena de caca, por más filosofías de andar por casa que la adornen.

  8. Estamos HARTOS de que se utilice la originalidad, la novedad o “modernidad” como patrones con los que medir el valor de las obras musicales y los músicos. Conceptos entendidos de forma perversa y profundamente estúpida cuando dependen totalmente de la cultura -o mejor, incultura- de quien escucha.

  9. Estamos HARTOS de la importancia que se le da a los estilos. Componer es un acto personal y cada persona es única. Las etiquetas son sólo una manera de ordenar el conocimiento y a los artistas deberían importarnos bien poco. Creemos que lo importante no es componer según un estilo u otro, sino hacerlo “con estilo”, es decir, bien.

  10. Estamos HARTOS de que los que no utilizan sus manos se autodenominen artistas. Para ser artista hay que componer... Ya nos hemos cansado de los caraduras que no dan un palo al agua y se convierten en artistas por la Gracia Divina o por la del gurú de turno ¡El arte para quien lo trabaja!

  11. Estamos HARTOS de trascendentalismos. Los hartistas componemos porque componer es lo importante. Componer no necesita sesudas justificaciones ni excusas. Es una necesidad y un placer. Sólo componer día a día nos hace artistas. A los que tienen dudas sobre este particular los animamos a dedicarse a otra profesión...

  12. Estamos HARTOS del desprecio a la tradición. Porque el ser humano construye siempre a partir de lo conocido. Rechazar la tradición musical es rechazar la posibilidad de innovación... Esta tradición, enriquecida por aportaciones vanguardistas, constituye la base de nuestra cultura musical común y nuestro acervo técnico actual.

  13. Estamos HARTOS de la visión sesgada que se está dando de la música del siglo XX (y XXI). Es necesaria una revisión crítica y en profundidad de los postulados sobre los que descansa la música actual. Creemos que el Business Discográfico, con sus teorías vistosas pero interesadas, ha logrado someter no sólo a los artistas, sino a la misma Musica.

    El Business Discográfico se plantea la música del siglo XX como una sucesión vertiginosa de movimientos vanguardistas cada vez más extremos, asociados al negocio del disco. No hay nada más forzado y artificial.

  14. Estamos HARTOS de que se desprecie la belleza... Esto no significa que nuestro arte se base en viejos esteticismos revenidos, ñoños, cursis. Los temas crudos y desagradables también tienen cabida en el arte hartista. Es la preocupación por lograr una forma armónica, bien construida, lo que los hartistas consideramos principalmente búsqueda de la belleza.

  15. Estamos HARTOS del rol asignado al artista de hoy. La pomposa gloria vana, los premios, los festivales, los discos de oro y platino y la adulación, constituyan el objetivo vital del artista oficial. Por el contrario, el éxito para un hartista es poder levantarse cada mañana y componer.

  16. Estamos HARTOS del sistema actual de enseñanza en muchas de las escuelas de música oficiales. El aprendiz de músico necesita de TODA la música, pero a nuestros jóvenes se les llena la cabeza de sonidos clásicos, descuidando sin querer -o a propósito- la enseñanza de la música popular del siglo XX. No entendemos que se niegue a los estudiantes ese derecho.

  17. Estamos HARTOS de la fascinación por las nuevas tecnologías. Los nuevos materiales y técnicas, las tecnologías informáticas o audiovisuales no nos apabullan ni deslumbran, simplemente son parte de la realidad de nuestros recursos actuales, y los utilizamos con normalidad como una herramienta más. A más de un siglo de distancia de la primera película, a más de 40 años del primer ordenador, es una verdadera estupidez seguir babeando por descubrir que el vídeo o la informática existen. Estamos hartos de que esta fascinación bobalicona por el medio o la técnica utilizada cieguen el sentido crítico de todos, haciéndonos tragar bodrios infumables en aras de la supuesta novedad o ingeniosidad del medio utilizado.

  18. Estamos HARTOS de “nuevas propuestas”. El nacimiento de verdaderas nuevas artes será siempre bienvenido, pero no hay razón objetiva para multiplicar las categorías... Cuando algo realmente nuevo llega... se abre paso por sí mismo...En su mayoría estas supuestas nuevas músicas son maneras de esconder la incapacidad de crear buena música.
¿Crees que Neil estará de acuerdo con todo?



Esto que lees arriba no lo he escrito yo, por supuesto. Es una adaptación del Manifiesto Hartista a nuestra realidad musical, que no es que sea muy diferente de las otras artes, sino que tiene sus peculiaridades.
Espero que a Mariano Casas, Carmen Martín y Miguel-Anxo Varela, miembros fundadores del movimiento Hartista y a los que no tengo el placer de conocer, no les importe que les haya fusilado su manifiesto. Todo sea por una buena causa.

Lo que sí te recomiendo (mucho, mucho) es que te informes a fondo en su página web o en su blog. Allí encontrarás el Manifiesto Hartista completo, así como enlaces que seguro, si eres un hartista, serán de tu interés.