Julián Sánchez es escritor, crítico musical y periodista según él mismo se define.
Angel Ardévol es responsable de la Editorial Lenoir, especializada en publicaciones que giran en torno al mundo de la música y que ocupa un porción bastante grande de ese pastel.
Con preguntas del primero y respuestas del segundo, el Xornal de Galicia ha publicado un extenso artículo en el que se da un repaso a muchos temas relacionados con este campo editorial. Y en una de ellas, aparece el Tío Neil:
Un poquillo pesimista el hombre a mi entender. Yo siempre he entendido que la competencia leal es buena y que cuanto más cueza la olla, más espeso estará el caldo, así que lo jóvenes que quieran saca la cabeza tendrán que hacer lo de siempre: empujar.
En lo de 10 por el precio de uno, creo que estoy de acuerdo. Me parece un despilfarro musical. Claro que hemos educado a un par de generaciones en el "espectáculo" en vez de en la calidad y claro, ahora tenemos que pagar las consecuencias.
Y por supuesto que con lo de los emplazamientos de los concierto estoy con él. A veces pensamos que un concierto es un botellón y así ocurre lo que ocurre después.
Angel Ardévol es responsable de la Editorial Lenoir, especializada en publicaciones que giran en torno al mundo de la música y que ocupa un porción bastante grande de ese pastel.
Con preguntas del primero y respuestas del segundo, el Xornal de Galicia ha publicado un extenso artículo en el que se da un repaso a muchos temas relacionados con este campo editorial. Y en una de ellas, aparece el Tío Neil:
- Cubrís bandas, escenas, movimientos, sonidos, unas determinadas épocas, ¿cómo ves la actual escena musical?, ¿destacarías algún sonido?- La actual escena está mas viva que nunca pero, a la vez, corre el peligro, no de desaparecer, pero si de quedar estancada. Por un lado están los montones de festivales que se montan por todo el Estado. Sólo un experto podrá citarte una parte significativa de los mismos. La gente acostumbra a ir en masa, echen lo que les echen. Rollito y tal. Pero sólo una parte muy pequeña de grupos que están empezando o no son conocidos actúan en ellos. El resto son los de siempre. Como ahora no se vende música, pues a la carretera. Más que nunca. Pudiendo ver a Neil Young, los Who o el mismísimo Cohen, quien va a ver a Los Zoquetes del Poble Nou (por muy buenos que sean y aunque el concierto sea gratis). ¡Diez por el precio de uno! Eso sí, paguemos 130 euros con alegría para ver a un contorsionista dando alaridos (con todos mis respetos al señor Waits). Luego no nos queda ni dinero ni tiempo para conocer nuevas bandas o solistas. Aparte está el tema de donde actúan, ¿en la calle? Queridos políticos: un respeto para los músicos, ¡por favor!...
Un poquillo pesimista el hombre a mi entender. Yo siempre he entendido que la competencia leal es buena y que cuanto más cueza la olla, más espeso estará el caldo, así que lo jóvenes que quieran saca la cabeza tendrán que hacer lo de siempre: empujar.
En lo de 10 por el precio de uno, creo que estoy de acuerdo. Me parece un despilfarro musical. Claro que hemos educado a un par de generaciones en el "espectáculo" en vez de en la calidad y claro, ahora tenemos que pagar las consecuencias.
Y por supuesto que con lo de los emplazamientos de los concierto estoy con él. A veces pensamos que un concierto es un botellón y así ocurre lo que ocurre después.
1 comentario:
¿Tom Waits un contorsionista dando alaridos? Espero que las traducciones de los libros de la editorial Lenoir sean mejores que este tipo de declaraciones...
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