04 noviembre, 2009

Don't be denied

Que nada te haga callar (don't be denied).

Hace bastante calor a las siete de la tarde en Barcelona y ya estamos en la puerta del cine. En realidad, el pase del documental es a las ocho... pero es que no tenemos espera.
El tiempo (finalmente) pasa y poco antes de la hora nos dejan entrar. ¿Estaremos solos? ¿Cuántos frikis habrá en Barcelona?
Lentamente, la sala se llena frente a nuestro estupor. Y la media de edad no va más allá de los treinta y tantos... qué jovenes nos hacen sentir.
Y para joven, el padre de la criatura: el director y productor Ben Whalley (¿dónde está Wally?) aparece frente a la pantalla acompañado de una (pésima, pobrecita) traductora. Presenta el evento y nos desea un feliz visionado.
Por fin, se apaga la luz y en el aire vibran los primeros acordes. Esto promete. Y como un huracán, aparece el Tío Neil hablando de sí mismo, con su voz profunda y resonante... y aparecen en la pantalla los viejos amigos de siempre: Crosby, Stills, Nash, Logfren, Taylor y otros viejos (bastante viejos) amigos de los inicios.
Todos coinciden en lo mismo: Neil Young es genial y, como tal, un excéntrico. Deja colgados conciertos y actuaciones, pero nunca deja de lado a sus amigos. Siempre vuelve. Como su música. Neil sonríe, ríe y es honesto en sus respuestas. La culpa de todo, dice, la tiene su musa: es fiel a ella hasta el final y asumiendo todas las consecuencias. Musa, bendita musa.
Los acordes de sus discos más celebrados van sonando bajo sus palabras y nos envuelven a todos en una nebulosa de la que no queremos escapar.
Tiempo. Maldito tiempo. Pasan los 60' que dura el documental y así, como sin quererlo, todo termina. Desde fuera, claro. Porque dentro de nuestras cabezas sigue resonando una y otra vez la música de fondo... "rust never sleeps".

Tras la proyección Mr. Whalley se ha sentido azorado, creo: hemos aplaudido, silbado y gritado como si el propio Tío Neil estuviera delante nuestro... somos incorregibles. Se ha notado que no se esperaba esta reacción... ni tampoco la sala llena, ya que era la tercera vez que se proyectaba el documental. Algunos atrevidos (nuestro Christian entre ellos) le han hecho algunas preguntas que ha respondido muy amistosamente (a pesar de los intentos de la traductora, pobre!).
Los rumores apuntan a que aparecerá un DVD, pero estando el asunto en manos de Neil Young, pueden pasar años hasta que lo podamos encontrar en el mercado.

Y como colofón, todos sabéis que Pepe es especialista en "cazar" instantáneas insólitas y... he aquí su legado: fotos con Ben Whalley. Sólo son imágenes, pero el sonido... of course... es de Young.

Un saludo,
Ángeles.




4 comentarios:

Ramonet dijo...

¡Ay! que suerte los que vivís en Barcelona o Madrid: teneis muy fácil acudir a estos eventos. De todas maneras habéis sido nuestros ojos.
Un beso Ángeles.

Ramón.

Antonio Casado dijo...

Gracias Angeles, da gusto tener amigos en todos lados.

ivaxavi dijo...

Angeles, Pepe...!!!
Estaba de mal humor por no poder ver el documental, y ya se me ha pasado gracias a tu artículo, casi estoy satisfecho, ahora sólo falta el milagro para poder verlo.
A mí también me ha sorprendido el tal Whalley, lo imaginaba de más edad.

Gracias a los dos!!!

Anónimo dijo...

Hola! yo fui el martes, el miércoles no podía. También estaba la sala llena y gente muy joven. Bastantes aplausos al final. Me gustó mucho pero se me hizo muy corto (tendría que haber durado 3 horas o tener una segunda parte, según mi opinión). Me molestó un poco el salto del final, si no recuerdo mal se va del 92 con el Harvest moon hasta el Living with war...anda que no hay cosa buena por el medio... pero bueno, muy emocionante, imágenes muy buenas y anécdotas chulísimas para conocer un poco más al Tío.

Un abrazo!

cristina