A pesar de lo problemas, la noche continuó. Los siguientes en salir fueron los algecireños Carne con Bi. Su técnico de sonido amasó lo que pudo la mesa hasta obtener un sonido que ellos consideraron adecuado, pero que a todas luces era insuficiente para la calidad que una banda se merece.
Fueron desgranando un repertorio de una música fresca, a caballo entre diversos estilos, pero que dejo algo fríos a los rustys a los que les supo a muy poco la única versión de Neil que interpretaron en último lugar, a ritmo de reggae.
Así que después de pensárselo mucho, los Crazyponys decidieron posponer su actuación para el día siguiente, cosa en la que estuvimos de acuerdo todos. Mañana tendríamos equipo de sonido nuevo y la cosa sería diferente.
Pero una cosa es el festival y otra la gente. No había más que echar un vistazo alrededor y te dabas cuenta que nadie estaba dispuesto a marcharse así como así.
Y mucho menos cuando se corrió la voz que los Crazyponys habían sacado unas guitarras y estaban tirados por ahí haciendo su propio homenaje al Tío Neil.
Y para allí nos fuimos todos… hasta que el cuerpo aguantó.
No era Woodstock, desde luego, pero fue lo más parecido que pudimos encontrar esa noche en Bolonia.
Grande los Crazy y grande la Playa.
4 comentarios:
Me encanta esta crónica que nos vas desgranando Antonio, pero esa foto en la que PARECE que me hago una siesta...!!! Debe de haber de más interesantes!!!
Estoy meditando y disfrutando del momento! En serio!
Yo la puse por eso mismo.
Queda claro pués! :)
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